Caminaba por un bosque. Creo. El sol arrancaba destellos verdes y dorados a las hojas que pasaban sobre su cabeza, y sus sombras pintaban el suelo de tierra y pasto. Se dirigía hacia donde podría vaciar su mente. El canto de los pajaritos la adormilaba y la suave brisa fría la hacia tiritar. La tranquilidad que la rodeaba era justo lo que buscaba, pero no dejaba de ser inquietante. No se si me explico. La brisa fría y la tranquilidad inquietante le hicieron recordar. Fue dulce.
“¿Crees que me quiera?” Pregunto ella.
“¿Se sentó a tu lado?” Pregunto la libélula.
“Si” Respondió ella.
“Entonces te quiere.” Respondió la libélula.
Y ella regreso a casa, su alma ligera.
1 comment:
que forma tan interesante de saber si te quieren! :D
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