Aire,
para que refresque el calor.
Una canción,
para que ahogue el sonido de la soledad.
Recuerdos,
como testigos de una travesía.
Voces,
como la pelusa y el relleno.
Un pedazo reservado,
que ni el tiempo ni la voluntad ocupa.
Un espacio libre,
celoso, incompleto.
Letras,
que fluyen y sanan y llueven y hablan.
Y una válvula de escape, que el tiempo ha atrofiado.
1 comment:
A la verdad lauris sigues impresionandome con tus escritos de verdad nunca nunca dejes de sonar di que se apgue la yama de tu inspiracion no le hagas casos a lo comments inutiles como este solo sigue escribiendo y nunca pares de escrubirr
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