Monday, July 02, 2012

Lo preciado

El alma,

El alma no se le entrega a cualquiera.

Hay quienes regalan sus pedazos como monedas sin valor, y luego lloran cuando ven destrozada su esencia.
Del cascarón que queda no puede salir nada que no sea poesía, si de poesía estaba compuesto antes, puesto que si lo que había es polvo, nada se puede hacer.

Es tan sencillo como ver qué letras salen de los dedos cuando se está junto al ladrón, para saber qué tanto hay que reservarse, conservarse, para no perder la poesía, para no perder la esencia.

Y huirle a lo tóxico, a lo superficial, a lo vacío, a lo copiado.

Pero esto no es un manual de instrucciones. Usted, lector, hace como le convenga, y llore o ría las consecuencias luego.