Saturday, March 12, 2011

Under the glass moon light

Creo que mi problema es que tiendo a enamorarme de una idea. O del potencial que tiene esa persona o esa circunstancia para ser espectacular. Se me hace difícil divorciar la idea de lo que podría llegar a ser, de lo que es verdad. Y no es que me engañe, la verdad está ahí hablándome, o más bien gritándome (y como odio que me griten...) Pero a fin de cuentas se me hace casi imposible quitar la lámina con la que cubro al objeto de mis jugueteos imaginarios.